El Vals Nº 12 de mi colección de Valses para piano es una obra que, desde su concepción original para piano solo, ha estado profundamente ligada a una imagen y un sentimiento muy personal. Este arreglo para piano y violín (que también viene incluido en la colección completa de mis Valses para piano) nace de la necesidad de darle un nuevo lenguaje a esa conexión, sumando la calidez y la dulzura del violín.
El piano mantiene la estructura rítmica característica del vals, mientras que el violín añade una capa de lirismo que fluye como el elegante movimiento de una pareja bailando en la pista de un gran salón, tejiendo una historia de complicidad y recuerdos.
Es una pieza íntima, cargada de emoción y de un sentido de anhelo que puede sentirse en cada frase musical. Este arreglo no solo le da una nueva vida al vals original, sino que también captura la esencia de un momento que siempre estará presente en mi memoria.